¡Cuanto tiempo sin dejar huellas en el blog!ya casi he perdido la costumbre de escribir en el blog,a pesar de ello, aunque no lo parezca, asomo de vez en cuando y miro si hay alguna actualización de los blogs que sigo.
A pesar de mi abandono,de vez en cuando me llevo la grata sorpresa de ver algún comentario nuevo ,lo cual agradezco.
El tema es que ya hay poco que añadir,los días se vuelven en rutinarios,y vamos dando pasitos que para los que estamos en este mundillo adoptivo nos parecen pasos de gigantes.
Hoy hace justo tres años que conocí a mi hijo,queda poco del niño asustado que entró en aquella pequeña sala en la que esperábamos, que nos recibía como agua de mayo a la expectativa de ver lo que salia del bolso rojo en aquellos días de visita al orfanato.
A veces se me olvida el tiempo que pasó allí,me da la impresión que lleva toda la vida con nosotros.
Su transformación ha sido espectacular es un niño muy sociable,que no pasa desapercibido,ha tenido que quemar etapas muy rápidamente para ponerse a nivel e integrarse en nuestras costumbres,el otro día me hacia mucha gracia como me pedía que le recordara lo que se dice la noche de hallowen para ir a pedir caramelos con sus amigos,cada día más cariñoso y mostrando sus afectos a quien el nota que le aprecia,con las ideas muy claras,que no deja pasar una.
En fin, aquí andamos como una mama leona que defiende a su cachorro ante las etiquetas,que tantos malos ratos nos da,la incomprensión de todas las personas ajenas a la adopción,las tardes soporíferas de deberes y disfrutando a tope cada vez que me estruja,cuando me da un abrazo de oso al salir del cole,cuando me gasta bromas,cuando me cuenta sus secretillos....
Gracias a todos los que aún os asomáis a esta ventanita,esperando leer algo nuevo,ahora estoy mas en face, donde nos desahogamos las mamis adoptivas y le sacamos los ojos a quien se meta con nuestros repollos.
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